22 mayo 2010

Cuando pase el temblor


El primer disco de Soda que recuerdo fue Doble Vida, del ´88. Y al año siguiente fue la primera vez que los vi en un recital, en el Chateau Carreras de Córdoba. Así que desde hace 22 años es mi banda preferida. Cuando fui en 1990 a verlos a la cancha de Velez me acuerdo que me acompañó mi vieja...ella más que por fanática vino para cuidarme, tenía 15 añitos yo y como iba solo se copó y me hizo la gamba. Pensar que los pibes de hoy a los 15 años tienen muchísima más noche que nosotros a la misma edad. También fui a verlos al Gran Rex cuando tuvieron ese récord terrible de no me acuerdo cuantas funciones. Son dos de mis preferidos quienes tienen el récord en el teatro más grande de Argentina: los Soda y el gran Sandro.
La que me perdí fue esa noche que tocaron gratis en la 9 de Julio. Dicen que fueron 250 mil personas. Pero justo ese día hacía un "asalto" en mi casa y los fanáticos del trío tuvimos que verlos por canal 13. Un tiempo después tuve una coincidencia con la banda, y fue que luego de hacer durante unos años teatro con mi grupo de humor Los Mareados, decidimos separamos justo una semana antes que ellos anunciaran el mismo final.
Unos meses después iría al que sería su "Último Concierto" en el ´97. Jamás vi tanta gente junta como esa noche en River. No paraban de entrar, y como yo estaba en la platea, tenía una vista impresionante de ese mar de gente. Increíble.
Después llegó esa triste etapa en la cual no nos queda más que escuchar sus disco, y ver los recitales solo por televisión. Ya nunca más en vivo...que pena. Yo creo que uno de los mejores momentos que existen es cuando vas a un recital, y antes que salga quien fuiste a ver, se apagan al mismo tiempo todas las luces...y la gente grita como loca...es tremendo ese momento, incomparable. Y ni te digo lo que fue vivirlo 10 años después, cuando en 2007 se volvieron a reunir otra vez en Núñez y no para hacer una presentación sino SEIS. Seis River, escuchaste??? Desde ese momento, cada vez que me dicen que una banda o un cantante son grosos les pregunto: cuantos river hizo...? Bueno, sigamos.
Por suerte para el egoísmo que teníamos por la separación (digo egoísmo porque uno lo que lamenta es no verlos más pero por el propio placer que nos daba hacerlo, no porque ellos no tocaban más; es como esos que dicen "si me dejas, me muero" es porque uno no sufre la separación en sí, sino el tener que aprender a vivir sin esa persona al lado: si ese no es el egoísmo, el egoísmo donde está?)la voz del trio dedicaría por completo lo que ya había comenzado antes de que terminen, y era dedicarse de lleno a priorisar su carrera como solista. A veces pasa que cuando el que canta se "corta solo" uno lo puede seguir porque es una forma de sentir que el grupo todavía existe y hasta se le pedirá que cante temas viejos, los que hizo con su ex-grupo. Yo creo que en el caso de Gustavo Cerati al principio pudo hacer sido asi, pero con el correr de sus discos supo hacerse un lugar de privilegio dentro de la música, más allá de su glorioso pasado con Soda. El nunca dejó de reconocer que esto era cierto y que más allá del éxito de sus discos como solista, todo lo que era se lo debía a su vieja banda.
Me parecen excelentes todos los discos que sacó Gustavo. Y fueron trabajos totalmente distintos entre sí. Cada uno tiene su propia textura, su color, su marca. Pocas veces vi un artista que hiciera trabajos tan diferentes al anterior y al siguiente. Eso habla de una constante búsqueda de experiencias nuevas, de horizontes musicales todavía no explorados- Quizás uno de los (tantos?) motivos de la separación. Vos en una banda no podés sacar un disco muy distinto al otro, porque a vos te conocen por una forma de hacer música, tenés un estilo, un sello propio. Cuando salió "Dynamo" fue toda una revolución la cuál no le cayó del todo bien a la mayoría de los seguidores. No querían que el grupo que seguían desde siempre les cambie el oído.
Recién cuando quedó solo, Gustavo pudo sacarse del todo esas ganas y hacer lo que hizo. Los dos primeros fueron Colores Santos y Amor Amarillo, todavía siendo un Soda. Luego vendría el que definitivamente lo posicionó como un artista solista: Bocanada. Después con Ahí Vamos volvió a las guitarras y baterías verdaderas y dejó un poco de lado tanto sintetizador. Los seguidores del trío, lo eligen como el mejor por ese motivo. Y por último, en septiembre pasado llegó el tan esperado Fuerza Natural.
Todos y cada uno de ellos tienen su propio idioma. Tan desiguales entre sí que el único parentesco es el del propio Cerati. Como dije antes, a mí me gustan todos muchísimo y destaco esa búsqueda de lo no conocido; de no quedarse con el éxito que le haya dado alguno de esos discos y repetirlo en el siguiente. Eso para mí es un artista de verdad. Alguien que dedica su vida a arriesgarse sin miedo a perder lo que consiguió. Un revolucionario le podría decir, alguien que quiere siempre dar un paso más sin importar las consecuencias. Todo en pos de la libertad de hacer lo que le dé la gana. No quedarse con las ganas y probar cosas nuevas. El sinónimo del arte es la libertad. Él lo hizo asi siempre y nadie podrá decir que le fue mal. Te guste o no, es un artista con mayúsculas en todo Latinoamérica. No necesita de la manija de los canales de música ni de estar en todas las radios. Cuando uno es bueno, es bueno.
Hoy la vida, el destino, Dios, el Diablo o lo que carajo sea, lo tiene durmiendo en un sanatorio sin saber cuando ni como se vá a despertar. Esta vez me olvido del artista y de todo su talento. La tristeza es por el ser humano. Lamentablemente son en momentos como este que siempre, pero siempre nos damos cuentas que de una buena vez y por todas deberíamos vivir la vida todos los días como si fuera el último. En momentos como estos uno valora lo que tiene. Que boludos. Ojalá sea este un buen momento para cambiar esas cosas y dejarme (dejarnos) de preocupar por pavadas. A la vida hay que vivirla y saber que mientras estamos despiertos y conscientes los que elegimos somos nosotros. Vivimos como queremos vivir. Explotemos esa libertad como hizo Gustavo con cada uno de sus discos. No sabemos cuando de repente un terremoto nos puede tirar el castillo abajo, quizás nunca, pero mientras saquemosle todo el jugo a esta aventura. A Gustavo lo seguiremos esperando. A Gustavo lo queremos ver pronto otra vez eligiendo libremente cada paso a seguir. Seguramente de saber que esto podría ocurrir (a él o a nosotros mismos), el pedido sería el mismo: "despiértenme, cuando pase el temblor"

Gusti Fernandez